En los últimos años ha habido un transición de interés de las puertas de madera a las puertas lacadas en colores claros, especialmente en color blanco.
Las puertas lacadas pueden tener diferentes acabados:
- Acabado brillante: es el acabado menos habitual. Normalmente indicado para estancias oscuras ya que reflejan más la luz.
- Acabado satinado: son los más demandados aunque también algo más caros.
- Acabado mate: este tipo de acabado se ensucia más que el satinado.
Hay otros acabados, como los envejecidos, pero son poco comunes.
Las puertas en colores claros, especialmente en color blanco, son de las más solicitadas en los últimos años. Existen dos alternativas principalmente, las puertas de roble o y las de haya. La principal diferencia y ventaja subjetiva que tienen las puertas lacadas sobre las de madera es la estética, ya que por el resto de prestaciones son peores (cuestan más y duran menos).